viernes, 28 de noviembre de 2008

Metales muy pesados: Poemas de Yanko González








Las Tres Tribus
a Ezra Punk


Bárbara tiene un nuevo
Negro que la azota
Y tres tribus se jalan
la nostalgia
La primera le compuso la más potente canción
En un solo de bajo
"solo de bajo-bajón" "canción con bajo para Bárbara"
La segunda pateó más que nadie
En el recital de los Porotos With Riendas
Y la tercera

LA TERCERA LE ESCRIBE ESTA BRAVATA 1)


________________
1) "Las mujeres más deseables forman una minoría. En consecuencia la demanda de mujeres está siempre, real o virtualmente, en estado de desequilibrio o de tensión" (Lévi-Strauss).


Pág. 10






Y si salvó la billetera de lagarto
la sangre del costado
se encargará de robársela por siempre
porque igual le pegamos su puntazo.


Pág. 14





EL TRIÁNGULO

VAGUÉ por el triángulo/ sin estómago/ bajo ombligos y de cada tres al frentes/ uno era una arista venenosa donde se descomponían mis amigos/ esos vértices donde el triángulo esquina por sus fauces/ cabíamos todos/ sólo faltaban las madres y las liendres/ algo poco usual en los triángulos/ que ofrecen su Caída Libre y su Carniza/ por más lagos y lechales/ HUNDÍ en ese entonces dentro de su dentro este par de cuerpos leporinos/ que el isósceles lambisqueaba como hiena/ vesícula/ vegija/ uréter/ vena iliaca/ SAQUÉ/ sanándome/leche de teta antes de la leche/ hitones entre uña y carne/ mordí paños traspasados por abdomen/ y el triángulo olisqueaba con las puntas/ a todo el que zafaba de su cuadra/ a todo el que bajaba el vidrio y respiraba/ BOQUIÉ en su centro y su maraña/ destazado/ borrado por el polvo del polvo de sus lados/ caí en su flema hipotenusa/ TOSÍ


y rodé casualmente hacia el rectángulo 12)



_______________
12) "Todos están mortal/ la imagen del loco atorado/ no nos viene/ están todos mejor que nunca/ todos sigue allí/ porque la idea del gitano no les gusta/ todos siguen en la misma/ Es decir para qué estar para qué dárselas/ Es decir/ no me cuesta nada sacarte una lonja húmeda por Buzón Preguntón/ Es decir no me cuesta nada enterrarte el tenedor/ Es decir nos tenís achacado/ Es decir nos balean tus preguntas/ Es decir/ encuentra una granada en Chena/ Es decir/ explota/ E/s/ d/ e/ c/ i/r/ pega los ojos para siempre". (Chain)


Pág. 26



EN LA ESQUINA


vértice
del peg
amento
i la di
storchon

No necesitamos los haikú
Sobre todo aquí
Donde

LA LUNA
ES UN TROZO MÁS
DE LAS BOTELLAS
13)


_________________
13) "¿Qué sabes tú de la vida, muchacho?" (Corso)


Pág. 27





SON PESADOS*


Se desbandan. Meten la toalla en el escusado/ Excusados/ pero orinan el camastro/ y con el muro acarician la loza/ y claudia viene a ofrecerle un algo y regurguitan/ gritan: hoy es 1 de milnuevenoventa/ y se tiran los elefantes de porcelana blancos/ con la trompa arriba/ para la fortuna de invitarlos/ a mascar los masapanes/ porque han improvisado un blanco/ donde descargan el calor y encienden/ aquella hoguera con almohadas/ y de las fundas/ brotan mikimaus odiados/ Por suerte no tengo nada de Pene de Gatos/ "Pero Nosotros Cantamos"/ [hace siete horas que repiten eso]/ el humo vuelve azul el retrato de mi madre/ cuyo pelo hace círculos desprendiendo mermelada/ han enrrollado lirios con una sábana/ pero han dudado en prenderlo Claudia/ reparte algunos tabacos para calmar el ansia/ PLACEBO/ uno pone la punta [que por azar resistió el bordado] y la casa emana una z/ cierro algunas piezas/ han encontrado el refrigerador


y quieren-que-traiga-la-cámara.


_________________
*A veces parece
que estamos en el centro de la fiesta
Sin embargo
en el centro de la fiesta no hay nadie,
en el centro de la fiesta está el vacío.

Pero en el centro del vacío hay otra fiesta. (Juarroz)


Pág. 30





A dónde quedamos
Mi lúcuma

en este cercado de cemento?
Un botellón verde concho vino
Su santidad vegetal
Y aquesta patota de pelados
Vomitando
Al ritmo de los PENE THE GATOS

Nos salvaremos destas muekas de fierro?

Dí que no seremos manada.



Pág. 33






No sabrás nunca de qué forma
Grité tu nombre en todos los días
Que estuve yo y yo

TOMÁNDOME LA PRESIÓN DE TU ABANDONO 19)


________________
19) "Una tijera precisa cortó mi calma chica/ haciendo tempestad en mi colonia de tulipanes/ arrojando arena en mi farofa/ mezclando raspaduras de olla en mi cocaína/ tomando mi antena de tv para hacer cerbatanas/ pintando mi nombre en puerta de cuartel/ cambiando mis discos por bizcochos maría/ atascando mi cerradura con chicle/ cosiendo mi sentimiento en una pelota de tenis descascarada/ para arrojar en la playa mi corazón con raqueta" (Charles)


Pág. 37






ME DEJAS 20)
"Esa moto quiere cerro Chena"
"Esa ficha quiere taca-taca"
-croan las tribus-
Y qué tanto
-digo
Mostrándome
Tomándome el sable
Sin la vaina

ELLOS CALLAN


_________________
20) "A la que se va, la olvido y a la que se muere la entierro" (Infante).



Pág. 38






Lo que me molesta es el hecho



Pág. 39






SIGUE MI ALIENACIÓN POR TI


Mi neoprénica mi caótica
Dulcinea
Ahora insomne y lipemaníaco
Súmale y sigue Tú y Tú
Mi maná mi orgullo ante la pobla


Ya no tengo pulmón posible
Y este pastilleo espeso
Que me deja con fiebre de sonámbulo
Jalará de mí el gatillo interno


LA DURA
mi Agrianea
HÁBLAME
PERSUÁDEME 24)

_______________
24) Tanto hablaron de lo drogo que estaba el yimy/ que intenté/ para mi capote/ elaborar un par de hipótesis/ del orden de una investigación positivista/ experimental/ Cuando muchos decían el reviente/ el estado hecho tira que se encontraba/ expuse: Cuál es la influencia del Ziprepol en la caída del pelo de Jaime Meléndez/ como variable independiente/ obviamente el Zipeprol que puede ser suplantado/ por orégano/ chamico/ por películas de Columbo/ por esta comunicación personal/ o por esta observación muchas veces discutida/ entre nosotros/ científicos del reviente/ en la estación experimental Galvarino Ponce s/n (interior).


Pág. 43






_________________________
25) ESTE PÁRPADO QUE DICE ADIÓS
es el que llora
mordiendo el ojo.




Pág. 51






CERÉ MI SITA

Mi cita/ es la de mí/ borrosa/ estanca/ que empalidese recursiva Mis citas/ se encuentran paralelas/ averiadas/ se oyen como calo/ Mis citas se reiteran con el vaivén de lo citiado/ de lo devuelto/ No llega nadie/ No nadie habita/ mis citas se juntan/ sin sitiar horario/ No mis citas de tu lado/ No mis citas. Mi cita/ es la que me deja/ boca helado/ no persisto sin la mía/ a pie/mLa/ españolada. No se vive sin su cita/ No se haya/ No enamora/ No se amiga/ no se gana/ Se eclosiona en ella/ es el cisco/ la cizaña/ Citación es lo que deja/ Diacronía/ Lo anverso es lo ignoto/ temida la cisura. Por ello No me olvido nunca del encuentro: es ese todo mi ejercicio y mi suspiro higiénico:


ceré mi sita (1).

(1) será su cita.




Pág. 56





LAS ESCENAS SON SENCILLAS


A)


La primera es donde él la toma por sorpresa/ besando el pliegue que
sostiene las compras del hipermercado/ y ella bala como un bebé
de cientoveinteaños/ y comentan la segunda escena donde irán a encadenarse
con anillos calados/ él insiste en pararse justo al medio/ donde una rejilla
los sostiene de una vereda perforada hasta el abismo/ y olvidar hasta
más tarde que sobre sus techos explotará napalm con hijos/ ella dice
camina cariño de una vez por todas/ y pasan más de setenta-y-siete-
meses-setenta-días-setenta-y-siete-horas/ él repite oculto por
tercera vez la primera escena/
mientras ella
lo espera
con pescado.




B)

La otra escena es más sencilla: ella baja las escaleras a topetones/ él la busca
cegado por el té hirviendo/ rociado antes por ella en la cara/ el lugar
donde se ha encajado la puerta/ para apresarla/los gritos se inclinan
hacia el oído feroz del vecindario/ él confunde la de salida por la del baño/ ella
queda inmóvil esperando un brazo/ él se golpea la frente con la loza/
se desparrama/ un auto frena y ennegrece parte de su acera/ ella
recibe un aire mecido por dos tepas/ él se ahoga en su sangre que
busca un hueco/
ella se abriga calle abajo.





C)


La última escena es donde ella le toma por sorpresa/ besando el pliegue
de las compras del hipermercado/ y él no escribe absolutamente nada
y cocina y sacude y riega todo el año/ y ella ordena cosas fritas/
que a él
le dan alergias.



Págs. 58-60





BAJO LA SAL

Estamos dos señales bajo la sal. Tomo de a dos tus manos
y corrijo sus goznes. Qué decirte que no emane de lo que dejé en tu seno.
Estamos a raíz bajo la sal/ sin esa posibilidad de eternos
trescientos treinta y seis minutos de mi tarde. Había varios de nosotros
bajo la sal pero sólo dos tenían pan
pero amarradas bocas para el choque. Leíamos a Uribe, un dandy
te decía para lamer los párpados, ajar nuestros costados.
Dónde quedó esa suspensión del pulmón
al retener el aire. Es que estamos
a más a varias a muchas señales bajo la sal.
Faltaba tu deseo. Hay marcas hay muchas marcas bajo la sal.
Espeso el labio ahora cruza tu mejilla y te pliegas/ lienza que ato a mi revés.
Bajo la sal seguimos. No tengo la temperatura
que hizo amoldar tu cuello/ tu grosor de ojo. No es Armando/ es tu mordaza/ lo que las
palabras escribieron: bajo la sal/ en villa/ sin soldada.
Me queda fijar el iris sobre la ropa muerta/ Sobre tu estela tenue.
Sobre ella hay otro iris.
Bajo ése
está la sal,

amor.


Pág. 61





PRÓTESIS DEL DOLOR


Me asfixiaron varias caras con un cable. La anaconda que me invita a pasar
no excluye a mi arribo un tazón de aire.
Me viciaron otras caras con un sable. La
bicha que me habita excusa su razón de dar
excusa y se tiende
a lamer con bisturí el dolor de vena cava.
Y la pone.
He llegado para hacer de ti un Crudo
Amante dice mientras corta
cantando "juegas o no juegas con mi pezón rosado".
Al interior veo mi clava. Le digo sí. Para abrir en mi tráquea La
Porción de Sangre.


Muy bien. Está su asiento reservado. Está
su saliva amarrada con alambre. Le digo
sí.



Pág. 66




SEPPUKU PARA KAWABATA

para apresurar el fin/ tomarlo crudo/ digo beberlo opaco/
volver tizón tu cruz/ Barato: Vivir no pudo. Pisar la costra/ posar el beso en una uña/
calentar calostro en la cucaracha poner la cuña/
ubicar la cava/ pedir el mismo espejo/
voltear un sorbo/ mirar parejo/ ESPERAR

(ya viene el corvo)

Pág. 71






Metales Pesados, Editorial Kultrún
Valdivia, 1998
71 Páginas .








2 poemas de Alto Volta, 2007. Ed. Kultrún




que no quiere



"Que
no
quiere
morir
como
un
perro
nadie
quiere
morir
como
un
perro
todo
ser
humano
merece
no
morir
como
un
perro
ha
vivido
como
cerdo
y
no
quiere
morir
como
un
perro".






mistral en alto v.



porque quien ama paga quien llora bala
y sola sana y sabe.

porque quien cava pena quien pasa sea
brea amnio apnea.

porque quien levita lame quien daña cala
sala raspa caldea.

porque quien huye atrapa quien posa afea
pierna piel presea.

porque quien veda evade quien cela rala
cruz cubil cadera.

porque quien soba miente quien escupe mea
mosto mies marea.

porque quien roza queda quien cierra amarra.





Yanko González Cangas (Chile, 1971)

domingo, 23 de noviembre de 2008

Sonetos de Juan Eduardo Cirlot






Juan Eduardo Cirlot (Barcelona, 1916-1973)





I


Diamante de la noche de mi centro
devuélveme la luz que te entregué
haciendo de tu ser la sola fe
para perderme y renacerme dentro.

Diamante del destellos del encuentro
viendo tu resplandor por fin sabré
si tengo lo que pienso, lo que sé
mientras en tu belleza, me concentro.

Quisiera desgarrar mi pecho ciego,
darte mi corazón, darte mis trozos
al fin descuartizado; sé mi hoz.

Destrúyeme diamante y mira luego
de qué color morían mis sollozos.
Pero no calles más, dame tu voz.

Pág. 19




IV


Eterna prisionera del momento,
rosa dorada y sola en el desierto,
si todo cuanto brilla fuera cierto,
cierto fuera también mi pensamiento.

Eterna mensajera del lamento
azul que se levanta de lo yerto,
¿por qué mi corazón, mi desconcierto
quiere tu resplandor como elemento?

Perdido entre las cruces y los cruces
de caminos que surgen de lo incierto,
tinieblas en mi voz ya son tus luces.

Eterna adolescente del instante
te buscaré en lo vivo y en lo muerto
y encontraré tu rosa de diamante.


Pág. 22




VI

Respiración azul de la memoria,
no tengo que buscar para encontrarte;
estás en lo profundo, contemplarte
es vivir los sollozos de mi historia.

Orquesta de mi lucha sin victoria
irrupción extasiada es adorarte
sólo pensar en ti, sólo pensarte
es pensar en la rosa de la gloria.

Mi soledad te sabe desde cuando
su misma soledad no comprendía.
Antes de haber amado estaba amando.

Luego viniste tú con tu sol rojo.
Lentamente abrasaste mi agonía
Vino esa lluvia roja en que me mojo.

Pág. 24




XII


En tus muslos de rosas y de arena
la lontananza grave de mi sino,
el desatado mar de mi destino
sabe la claridad y así la ordena.

En tu torso que el sol desencadena
adoro la ascensión a lo divino
y en tus brazos de luz a mi camino
desolada se vuelve mi condena.

Tu cuerpo inaccesible contra el cielo
abre sus cataratas insondables,
sume todo mi ser en la agonía.

Tu cuerpo incandescente como el hielo
expande en lo desnudo innumerables
halos que son lo cerca en lejanía.

Pág. 30



XVI

A veces pienso en ti como si fueras
la misma destrucción enajenada,
como si fueras dueña de la nada
y dármela con llamas tú pudieras.

A veces pienso en ti como en las fieras
o como la cabeza que, cortada,
recuerda el brillo azul con que la espada
bruscamente le impuso sus fronteras.

Deshazme en tu color, mi tenebraria;
quémame con tu negro fuego lento
y niega mis raíces, mi existencia.

Deshazme en tu fulgor, sacramentaria
y fúndeme en el sol de tu elemento,
rompe mi aparición, rompe mi esencia.

Pág. 34




XXII

De pronto ha dado fin la tempestad,
un resplandor que brilla repentino.
De pronto soy un ser, tengo destino;
me circunda la blanca claridad.

Ya no me pierdo solo en soledad,
ya no me oculto, turbo y me confino
y nadie quiere herirme, herir mi sino.
De pronto está conmigo la verdad.

La virgen no me hiere ni castiga,
lo desnudo es la luz y no el tormento,
su espíritu es la rosa y es la espiga.

De pronto soy el sueño que yo sé,
acaba en melodía mi lamento.
Ella me reconoce aunque no ve.

Pág. 40




XXIII

Ya nunca volveré a la claridad
y nunca olvidaré que la alabanza
es siempre una expresión de la esperanza
en medio de la heridad oscuridad.

Ya nunca dejaré mi soledad
por ver si la pasión que a mí me alcanza
prosigue en otra rosa lontananza
y no maldeciré mi enfermedad.

Ser diferente a todos es victoria
que se puede pagar con sufrimiento
al margen de las hojas de la gloria.

Ser diferente a todos es un don.
El mundo es un relámpago, momento,
en el que solo soy donde no son.

Pág. 41





XXVII

Princesa prisionera de la nada,
princesa prisionera de la suerte,
princesa prisionera de la muerte,
princesa del abismo en la mirada.

Princesa de la noche de la espada,
princesa de la noche de lo inerte,
princesa de la noche que se vierte,
princesa sin amor y enamorada.

La luz de tu tristeza de princesa
brilla en la claridad de este lamento,
es luz que no comienza y que no cesa.

La luz de tu belleza de princesa
brilla en la eternidad de este momento;
princesa del horror de ser princesa.

Pág. 45




XXIX

Mediadora del cielo y de la sangre
deja que mi existencia se reduzca
al brillo a que tu fuego me conduzca
y deja que en tu orilla me desangre.

Dueña de la dulzura tenebrosa
y del fulgor oscuro de la muerte,
tan solamente a ti vaya mi suerte,
rosa del sufrimiento, negra rosa.

Deja que deposite ante tu espada
los palpitantes trozos que yo soy,
los restos de cristal en que consisto.

Pues para ser en ti no he de ser nada.
Voy a la destrucción y como voy
ya sé en el sol del alma que no existo.

Pág. 47




XXXIX

A tu fulgor helado te traduces,
rosario de las sombras que deduces
de tu color de suaves contraluces
donde te reconozco y me reduces.

Entre espinas y ortigas, entre cruces
y rosas se evidencia que trasluces
el centro del martirio; reproduces,
virgen, la eternidad en que reluces.

Con tu nevar dorado me seduces,
me pierdes y me dejas en los cruces
lentos e inextricables a que induces

Lirio de la locura, tú conduces
al hielo del umbral en que produces
insomne desvarío entre tus luces.

Pág. 57



XLI

Altísimas y oscuras escrituras
graban todos los rostros del horror,
establecen las ruinas de los reinos,
definen lo morado del crepúsculo.

Escrituras no escritas ni pensadas,
escrituras que son en el abismo
y dirigen los turnos de los ceses
entre un grave fulgor entrecortado.

No dicen, no sollozan, no suplican,
hacen desde su centro inconmovible
y a veces transparentan su locura

en una dulce frente de doncella,
o en una espada negra y enterrada,
o en mi propia escritura cineraria.

Pág. 59




XLIII

Alguien está llorando en primavera.
Los dedos reconocen negros muros,
se apartan de la tierra lontananzas
y se evaden, sin paz, en las alturas.

Un rostro de color de sufrimiento
transparece en la tumba de las letras.
La brisa iluminada no separa
las palpitantes sombras que se buscan.

Las rosas nacen grises junto al triste
reflorecer de inciertas esperanzas.
La vida está cansada y se arrodilla.

Los caminos no son sino una música
que viene y que se va con los relámpagos.
Alguien está llorando en primavera.

Pág. 61



XLIV

Ya sólo puedo ser lo que tú quieras:
piedra, fragmento inútil, desconsuelo,
obstinación azul de lo lejano,
aletazo del ave que se aleja.

Ya sólo puedo ser lo que me dejes
ser ante tus estatuas invisibles:
roca llena de signos, sufrimiento,
fíbula de cristal, reflejo, brasa.

Cuando murió la luz de las esvásticas
el hierro de mi día se quebró
y mis guantes de fuego se murieron.

Si sigo ante la puerta de tu ser,
princesa, rosa, diosa, lo que fueres
es que espero de ti que me condenes.

Pág. 62





Selección de 44 Sonetos de Amor
Juan Eduardo Cirlot
Ediciones Península, Barcelona, 1993.
110 Págs.

viernes, 7 de noviembre de 2008

4 poetas argentinos









Aún llueve sangre


La lluvia es otra; de aquella
que caía en los días de júbilo
no queda nada.

En otros países se conservan
fotos, noticieros, afiches
de Santiago.

Un testimonio para mostrar, y decir:
esto era así antes de septiembre.

La lluvia es otra; sangrienta,
aún llueve espeso, aún llueve.



Págs. 70-71

Hugo Diz
(1942, Rosario)


(de Manual de utilidades)






Confesiones de una siesta


Soy -me dices- lo que dicen de mí.

Segregas lozanía,
las puntillas menores
y otras prendas.

Te tomas tu tiempo y agregas:

A veces soy más todavía.



Pág. 72


Hugo Diz


(de Baladas para Marie)





Tanguito


La heroína dice que se va
"Quiero tu bien" me dice
"nada más que por salvarte"
y en su caída
quiere dejarme a un lado.
Se pone el casco de amazona y
dice que se va.
Tan orgullosa está consigo misma que
se lleva la puerta por delante.
Esa es una prueba concluyente de
la impenetrabilidad de la materia.
Ella lo sabe, ella lo sabe, pero
debe cumplir con su papel.
Eso está bien y yo
que no seré feliz
me arrincono pa mirarte.


Pág. 87


Daniel Freidemberg
(Resistencia, 1945)



(de Diario en la crisis)







Soy la okupa de mi propia casa


Soy la okupa de mi propia casa
desde que la propiedad se fue de mí
ya no tengo escritura y como en los sueños
la puerta de entrada me espera afuera
para que todo empiece de nuevo
atravieso de canto esa hospitalidad
atrás de los cuadros debajo de los muebles
se aquerencia un techo nuevo
donde hubo hogar quedan fotogramas
vos tú él el hombre con la cama doble
mudado por el cuarto a la deriva paso a paso
los libros del living lo siguen arrastrados
en un maletín que se desfonda y es en el baño
donde la mochila ruge por última vez.
Hablo de un inodoro que nos traga lejos
hasta otras casas.



Pág. 130


Tamara Kamenszain
(B. Aires, 1947)


(de Solos y solas)





Te llamo o llamame


Te llamo o llamame
en el club en la escuela en el campamento
repetir y repetir nuestros apellidos
dejó agendada de oído
una comunidad futura
entre vernos y dejar de vernos
media vida hasta ahora ya fue
ahora somos parias de casamentera
dos que no hacen uno en la cuenta regresiva
nos encontramos sin nada en común
con otros tan comunes como nosotros.


Págs. 131-132


T. Kamenszain


(de Solos y solas)





Los tigres de Kafka


Un pájaro ciego
entra volando al templo,

un gato camina sobre las Escrituras.

En otra parte
maderas arden,
huesos.

No pertenecer a nada eterno.


Pág. 337


Beatriz Vignoli
(1965, Rosario)

(de Almagro)




Función de la lírica

Mi padre agonizaba
en una sanatorio con TV por cable.
Puse el canal de ópera
para amortiguar sus alaridos constantes.
Justo cuando Rigoletto abraza el cadáver
de su hija, debí tenerlo al viejo
para que no se cayera de la cama:
la doble simetría de la escena
me la volvió soportable.


Pág. 339

Beatriz Vignoli


(de Viernes)






Una antología de la poesía argentina (1970-2008)
Selección, prólogo y notas: Jorge Fondebrider
Ediciones Lom, Stgo, 2008
381 páginas