lunes, 1 de diciembre de 2008

Verónica Viola Fisher (Argentina, 1974)













Mi casa es una
entera casa miento
está rota y negra
como los ojos de
Dios la hizo
partida en cuatro
ojos dos hijos
veían.

Pág. 9






De mamá tuve un cordón umbilical
y de papá también
tuve un cordón
cerebral
que el médico anudó
innumerables veces con una
fuerza descomunal y atroz.

Desde el ombligo al ano
un bebé caquita blanca
como las manos de mamá
pero mi cerebro no sabe
hacer la digestión
su ombligo es mi boca
y mi boca es un tajo
al nudo
atroz un tajo y sangre
como las manos de papá
intentando anudar
otra vez su cordón.

Pág. 13






Hija mía
y de una gran
perra
¿dónde enterraste
los huesos
que todavía, estaban vivos?
sos el mejor amigo del hombre
y soy tu padre
dámelos
quiero mis huesos
sin tierra
que parezcan marfil
hija mía
¿bajo arena
o cavaste un pozo
en el océano?
dámelos, dámelos ya
hijas de
- los enterré en mi cuerpo
papá


Pág. 14






Vos sola
te mutilaste
solita nomás
decidiste nacer una
semana antes con el cuerpo
formado a medias
no quisiste
esperar el crecimiento
de los atributos que debe
un primerizo a su padre no
podía no desilusionarme
desde el comienzo
nada entre tus piernas
inválida.

Pág. 18







Que mi hija es una mujer
de pelo en pecho
nadie puede negarlo
es fuerte
como su padre así que
guarda
con ella todas mis hojas
de afeitar aunque no sepa
afeitarse sino
afearse
llena de tajitos.

Pág. 22






Pápa que tengo
frío estás
dónde
busco y no te
veo duro el golpe
en tu sangre
pequeña oscura
que tengo miedo estás
callando me enfrío
y atino
a mí si puedo
podar tu jardín de
pensamientos
violetas papá
que tengo.

Pág. 27






entonces me di
cuenta la historia
mi equivocación
no quería
cantar sino
callada escribir
y saludar
sosteniendo un pañuelo

Pág. 29







Dame una mano
dijo
y le di una
pesada
en la cara dame
la otra
cuál
sino el revés
de la misma
forma
le dí lo mejor
de mi boca
dijo dame
un besito sobre
su boca escupí
sangre
y me quedé
con su lengua.

Pág. 31







No hijita
prendé la luz
que no es blanca
esto es
una negra
mirá la partitura
mirá bien
idiota aquí
después del sol
tomá ésta
negra y
tomá y tomá
a ver
si con el ojito
negro la ves
después del sol
mayor viene
la sombra

Pág. 35







Yo, la pensaba
música
y espíritu
la mayor, desgracia
nota el silencio
en cada frase y
en mi tinta
hunde su mano
que ensucia
papeles diciéndome
padre

Pág. 38






yo sé
sobre todo
punto de vista
sos ciega
porque yo
no te veo

Pág. 43






Cuando mi padre me ve
es como si hubiera tenido
que pagar
una entrada al cine
y lo que ve
es aburrido
a pesar de mis intentos
nada resulta
más agradable para él
que la protagonista solo hable
de su padre
el productor

Pág. 44






En otro idioma mi primer apellido es un color
pero en mi país se utiliza como verbo
Cuando me pusieron mi primer apellido
cuando me lo pusieron
con fuerza era yo muy chiquitita y no podía
hablar
para explicarles que se olvidaban, para mí
la última sílaba
que haría ese apellido definitivamente mío
perteneciente a mí
La sílaba agregada en otro idioma
no es un color, significa que el sujeto objeto
es de ese color pero en mi país
se utiliza con otro contenido Es diferente
mi primer apellido a mí
porque carece de un final apropiado
de una terminación correcta
En otro idioma mi primer apellido quiere
decir violeta Estoy incompleta
Me falta la sílaba "da", al último
doy por sentado que se entiende
aunque estuviera completa en mi apellido
no sería yo entera, algo me han quitado
Cuando nací
y hasta cuando fui concebida, en mi país
en mi lengua

Pág. 55



de Hacer sapito
Ediciones Gog y Magog, Buenos Aires, 2005
60 Págs.








entrar a tiempo la espalda
sostenerla derecha
flexibilizar el estado
nervioso y dirigir el sonido
hacia las butacas
no olvidar la deuda
con el público debe siempre
mantenerse
seguir a batuta de ciertas quejas
elevar el volumen para
mostrarse amplios mientras
no olvidar que la economía
en los recursos
determina la calidad de vida
de ciertas voces



Pág. 7






Nosotros
respetamos el compás de otra lengua
hacemos honor al que nos dice
lo que no queremos oír, mortales

Pág. 15






desatar las cuerdas que
van tensas desde el cuello a los tobillos
cantando

¿admitiendo la afinación como un deseo inalcanzable
el destiempo como un error a conciencia?

el cifrado cuesta
los dedos cavan en la guitarra y callo
tras callo dura
la yema la clara idea

bajo la tapa
en el cuerpo macizo

Pág. 26




ENSAYO GENERAL

previa entrada a la ciudad
golpean la caja
torácica y sobre el cordón
sentados conversan

no saber pronunciar
el cuerpo en contra del cuerpo es lo mismo
que ser mudo



Pág. 42





de Notas para un agitador
Libros La Calabaza del Diablo, Santiago, 2008
47 Págs.

4 comentarios:

Memorial dijo...

¿pudiste amigarte con mi coterránea?

ja!



besos!

Lobo dijo...

jaja
digamos que sólo me relaciono con ella como lector.

un beso.

Lolita Lempika dijo...

Wow, fuertísimo.

Lobo dijo...

Algo, sí, pero eso siempre está bien si se sabe usar.