viernes, 7 de noviembre de 2008

4 poetas argentinos









Aún llueve sangre


La lluvia es otra; de aquella
que caía en los días de júbilo
no queda nada.

En otros países se conservan
fotos, noticieros, afiches
de Santiago.

Un testimonio para mostrar, y decir:
esto era así antes de septiembre.

La lluvia es otra; sangrienta,
aún llueve espeso, aún llueve.



Págs. 70-71

Hugo Diz
(1942, Rosario)


(de Manual de utilidades)






Confesiones de una siesta


Soy -me dices- lo que dicen de mí.

Segregas lozanía,
las puntillas menores
y otras prendas.

Te tomas tu tiempo y agregas:

A veces soy más todavía.



Pág. 72


Hugo Diz


(de Baladas para Marie)





Tanguito


La heroína dice que se va
"Quiero tu bien" me dice
"nada más que por salvarte"
y en su caída
quiere dejarme a un lado.
Se pone el casco de amazona y
dice que se va.
Tan orgullosa está consigo misma que
se lleva la puerta por delante.
Esa es una prueba concluyente de
la impenetrabilidad de la materia.
Ella lo sabe, ella lo sabe, pero
debe cumplir con su papel.
Eso está bien y yo
que no seré feliz
me arrincono pa mirarte.


Pág. 87


Daniel Freidemberg
(Resistencia, 1945)



(de Diario en la crisis)







Soy la okupa de mi propia casa


Soy la okupa de mi propia casa
desde que la propiedad se fue de mí
ya no tengo escritura y como en los sueños
la puerta de entrada me espera afuera
para que todo empiece de nuevo
atravieso de canto esa hospitalidad
atrás de los cuadros debajo de los muebles
se aquerencia un techo nuevo
donde hubo hogar quedan fotogramas
vos tú él el hombre con la cama doble
mudado por el cuarto a la deriva paso a paso
los libros del living lo siguen arrastrados
en un maletín que se desfonda y es en el baño
donde la mochila ruge por última vez.
Hablo de un inodoro que nos traga lejos
hasta otras casas.



Pág. 130


Tamara Kamenszain
(B. Aires, 1947)


(de Solos y solas)





Te llamo o llamame


Te llamo o llamame
en el club en la escuela en el campamento
repetir y repetir nuestros apellidos
dejó agendada de oído
una comunidad futura
entre vernos y dejar de vernos
media vida hasta ahora ya fue
ahora somos parias de casamentera
dos que no hacen uno en la cuenta regresiva
nos encontramos sin nada en común
con otros tan comunes como nosotros.


Págs. 131-132


T. Kamenszain


(de Solos y solas)





Los tigres de Kafka


Un pájaro ciego
entra volando al templo,

un gato camina sobre las Escrituras.

En otra parte
maderas arden,
huesos.

No pertenecer a nada eterno.


Pág. 337


Beatriz Vignoli
(1965, Rosario)

(de Almagro)




Función de la lírica

Mi padre agonizaba
en una sanatorio con TV por cable.
Puse el canal de ópera
para amortiguar sus alaridos constantes.
Justo cuando Rigoletto abraza el cadáver
de su hija, debí tenerlo al viejo
para que no se cayera de la cama:
la doble simetría de la escena
me la volvió soportable.


Pág. 339

Beatriz Vignoli


(de Viernes)






Una antología de la poesía argentina (1970-2008)
Selección, prólogo y notas: Jorge Fondebrider
Ediciones Lom, Stgo, 2008
381 páginas

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